Nacimos un 6 de Enero
Nuestro punto de referencia es la Trinidad. Lo es para toda comunidad cristiana y de un modo particular para nosotras. Al descubrir nuestra vocación ecuménica Jesús nos invitó a elevar nuestra mirada hacia la Comunión existente entre las tres Divinas Personas: “Padre, que ellos sean uno en nosotros” [Jn 17,21]. Ahí está la fuente de nuestra realización. No necesitamos otros manantiales. Lo tenemos en Dios, que es comunión interpersonal. Toda comunidad cristiana, por estar basada en el amor, tiene dimensión trinitaria, que se interpreta como congregación que tiene entre sus miembros la comunión con Dios y la comunión con los hombres. La comunión nos ha sido dada. No la hemos inventado nosotras. Hemos sido convocadas por el Señor. Somos una comunidad con una misión bien concreta y claramente definida: trabajar por la unidad de los cristianos, sin cuyo logro la Iglesia no podrá manifestar la plenitud de su catolicidad.
¿De dónde vienen nuestra fuente?
En el campo de la Iglesia
Espiritualidad ecuménica
Superación de lo confesional
Carácter interconfesional
¿Quiénes Somos?
Las Misioneras de la Unidad somos una Asociación laica consagrada, que tiene como fin específico la unidad de todos los cristianos y de todos los hombres en la única Iglesia de Cristo. Nuestro nombre, el que se nos impuso en la pila de nuestro bautismo como Instituto, es Misioneras de la Unidad. Consta de dos palabras sustantivas: “Misioneras” y “Unidad”, unidas por la preposición de y el artículo la. A primera vista, la misión nos sustantiva y la unidad nos adjetiviza. Nuestro nombre, por otra parte, está acuñado en dos textos bíblicos: “Id, pues, enseñad a todas las gentes” [Mt 28,19] y “que todos sean uno, para que el mundo crea” [Jn 17,21].
Pero realmente la unidad es la que totaliza la misión, la abraza, la engloba, la agiliza, la fertiliza y la plenifica. Para nosotras hay un trastrueque de valores: Jesucristo lo dijo en un momento lacerante de su vida: “Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea” [Jn 17,21]. Vemos que pone el acento en la unidad de cara a la evangelización del mundo.
Vocación
Nuestra Asociación está formada por grupos de vida en común o viviendo en su propia casa en convivencia fraterna, compartiendo actividades, preocupaciones, oración, economía, casa, en una palabra, vida.
- Todos los cristianos, que sintiendo las mismas preocupaciones quieran trabajar, según sus propias posibilidades, por la unidad de todos los cristianos y de todos los hombres en la Iglesia de Cristo.
- La Asociación puede admitir a compartir su vida, temporal o permanentemente, a cristianos de distintas confesiones que, teniendo una marcada vocación ecuménica, acepten y cumplan las bases de este”.
- Asociación Ecuménica Misioneras de la Unidad (AEMU), grupo de cristianos inquietos por la causa de la Unidad, personas que han pasado por los cursos de formación ecuménica.
Así se define el grupo de religiosas de distintos países de Europa y de diferentes confesiones cristianas que ha participado en alguno de los Encuentros Internacionales e Interconfesionales que, organizados por las Misioneras de la Unidad, se han celebrado en distintos países y casas tanto protestantes, ortodoxas o católicas.
Que comprende a miles de personas a las que, a lo largo de la geografía europea y americana, ha llegado el entusiasmo por la causa de la unidad, mediante los Cursos de Formación Ecuménica hablados o por correspondencia, retiros espirituales, convivencias, encuentros de oración, peregrinaciones ecuménicas…